LOBO SUELTO CORDERO ATADO (CD 1) (1993)

lsuelto.jpg (4192 bytes)

En el principio fue la compasión y el principio es la mitad de todo. A partir de entonces ciertas mentiras me dieron vergüenza. Sucedió así: Una gloria mucosa cayó del cielo y allí donde cayó se alzaron la carne del lobo y la del gemelo enrulado con hechuras de cosa humana. Sobre esta tierra mansa reinó, entonces el germen verdadero de la muerte con la dulce sangre en sus fauces. Desde ese momento el nuevo diablo fue seductor sólo para la inocencia y vistió la piel de lobo diciendo: Corderito, soy el miedo que te muerde cuando la muerte baila sobre tus cuadriles perfumados, cuando olfatea tu carne tibia de fetiche, de ídolo adorado que no besó la cola del primer Satán, porque nunca dejó de recordar que el sufrido viejo también fue un ángel. Corderito... no es bueno mantener al lobo hambriento (terminás con el corazón en la boca, te lo digo yo, ji-ji). Vos, corderito, multiplicaste la crueldad durante milenios. No tuviste compasión. No hiciste uso del movimiento del alma que nos hace sensibles al mal que padecen los demás. Querido corderito... a partir de ahora perderás tu inocencia, pero no temas, la pérdida de la inocencia traerá belleza a tus ojos. Recién ahora podrás mirar la naturaleza con melancolía. Este lobo hechicero que soy, subirá al cielo consumido por tus palabras. Te dejaré las sobras, y aunque es verdad que hay un mundo en ellas, ascenderé con la esperanza de que no te pruebes la piel que yo gasté. Porque... querido corderito... ¡aquí es el más allá!.
PD: El próximo diluvio te vuelvo a ver.
Siempre tuyo,
Lupus el lobo

1- Invocación
2- Rock para el negro Atila
3- Sorpresa de Shangai
4- Shopping disco-zen
5- Un ángel para tu soledad
6- Buenas noticias
7- Susanita
8- Capricho magyar
9- Espejismo
10- Gran lady
11- La hija del fletero
12- El lobo caído
13- Sushi

Todos los temas compuestos por Solari/Beilinson.

Invocación

[instrumental]

Rock para el negro Atila

Quiero verte huir como un ladrón
Al que nunca pueden atrapar
Y apretar en tu bolsillo
Todo el metálico brillo sin temor.

Quiero verte oler como el ratón
El peligro del gato matón
Que ha cambiado la sirena
Y compró matraca nueva de ocasión.

Quiero verte hundido en tu gabán,
Masticando el frío marginal.
Y además de todo verte
Lunático, blanco y presa de mi amor.

Sorpresa de Shangai

Tengo el hocico listo.
Estoy acalorado.
Voy a chasquear la lengua un poco.
Voy a escupir misiles.
Puro veneno.
Risas que duelen.

Acostumbré el pellejo
A los ultravioletas.
Voy a tumbarme a la bartola
Sobre unos terciopelos.
El que abandona
No tiene premio.

¿A quién le importa?
Toda esa guinda.
Si te sofoca.
¿A quién le importa?

Están contando chistes
Detrás de las paredes.
Si de reír se trata, creo,
Son verdaderos dramas.
El bote roto,
¿A quién le importa?

Mis penas, como piedras,
Caen, ruedan y escapan.
Falopas duras en tipos blandos
Ahuecan corazones.
Caras de liebre,
De liebre muerta.

Shopping disco-zen

Tengo buenas y malas noticias para vos:
La belleza es lo que te da felicidad.

Si todo gira en el shopping disco-zen,
Tu belleza es de shopping disco-zen.

Un desayuno de campeones ordenas
Y con tu propia lengua te estrangulás.

Si vas de gira en el shopping disco-zen,
Tu belleza es de shopping disco-zen.

Una coctelera no es una maraca, gil.
Aprendé del que pone a tu gata el cascabel.

Das un paso más y sos carne muerta, oís.
Esta calle es más angosta de lo que pensás.

Un ángel para tu soledad

Ya sufriste cosas mejores que éstas
Y vas a andar esta ruta hoy cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí
Con un cuerpo hambiento, veloz.
Y aquí, gracias a Dios, uno no cree en lo que oye.

Ángel de la soledad
Y de la desolación,
Preso de tu ilusión,
Vas a bailar, a bailar, bailar.

Es tan simple así.
No podés elegir.
Claro que no siempre,
¿Ves?, resulta bien.
Atado con doble cordel,
El de simular,
No querés girar maniatado.
Querés faulear y arremolinar.

Medís tu acrobacia y saltás.
Tu secreto es:
La suerte del principiante
No puede fallar.

Alguna vez, quizá, se te va la mano
Y las llamas en pena invaden tu cuerpo.
Y caés en manos del
Ángel de la soledad
Y él, gracias a Dios, tampoco cree en lo que oye.

Por mis penas bailá
Y por tu soledad.

Buenas noticias

Esa banda inconsolable
De perros sin folleto,
Brujas de alma sencilla,
Patéticos viajantes.
Pobres tontos, pobres diablos,
Lunáticos diamantes,
Prometidos de carne,
Lánguidos, impalpables,
Son mis amantes.

Llegan buenas nuevas
De los escondidos,
De los convalecientes
Para los sonados.
Mi aliento ya no espera.
No hay fiera en mi colmillo
Pero devoro herido
El espacio y el brillo
De mis amantes.

Alguna recaída,
Un poco de hipo brusco
Para los fugitivos
Marcados a fuego.
Ya alguno que otro hechizo,
Todo muy sencillo,
Si nada me conmueve,
Ni los tiroteos
De mis amantes.

Susanita

Susanita,
Tan bonita,
Una nena que tu padre trajo.
Vino un gato y festejó a la nena
Que tu padre trajo.

Así es este amor,
No televisión.

Su pelo endulza
Su pañuelo.
Y a nadie le amarga un dulce.
Vino un gato y festejó lo dulce
Que tu padre trajo.

Capricho magyar

[instrumental]

Espejismo

La Tierra gira, hoy,
Menos veloz.
En ciertas cosas el diablo
Siempre es neutral.
Pasará, ya pasará,
Este espejismo pasará.

Cerrás los ojos y ves
La boutique del rock
Y sus jugadas que siguen
Saliendo bien.
Lo mejor de nuestra piel
Es que no nos deja huir.

Contra las cuerdas vas
A desafinar
Canciones tristes,
Dueñas del corazón.
Borra el rastro tu dolor
Y ya no te arrepentís.

Gran lady

Llegué a transar una Vulcan roja
Y allí la conocí,
En un tugurio de frontera
Visteando en portuñol.

Gran lady.
Gran lady.

Lionel Ritchie en el Bar Princesa
Sonaba ensoñador
Y la gran lady se tatuaba
En una hamaca tibia al sol.

Todo bonito y barato.
Playeras marca top.
Billetes rotos de lotería
Sembrados por el hall.

La gran lady te acaricia y no besa, oh no.
Es un instante de belleza muy cruel.
Mira tu suerte en los buzios.
No cobra nunca sus promesas.
Quita la sal de tus mejillas, feliz.

Paredes de cartón piedra, un lujo,
Y el milagro sensual
De mujeres fantasmas gringas
Y morenas joyón.

Botellas de Johnny rojo,
De Johnny negro y ron,
Y de cachaça, doncella loca
Que calma tu dolor.

La hija del fletero

La hija del fletero, linda infinita,
Volvió a Madrid donde parece que es feliz.
Ese día me mando al descenso.
Recuerdo como su mirada me volteó.

Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa.
Ay, si pudieras recordar sin rencor.

En mi buzón hay un par de cartas suyas.
Fueron juntándose y no tengo el valor.
Todavía su amor me da descargas.
Nunca tuvo el higo seco junto a mí.

Pero a los ciegos no le gustan los sordos.
Y un corazón no se endurece porque sí.

No calentás la misma cama por dos noches,
Me reclamaba, y no la quise oír.
Hice de todo por impresionarla
Y dejé huérfano todo su penar.

No me gustó como nos despedimos.
Daban sus labios rocío y no bebí.
Sopa de almejas es todo lo que como.
Siempre fui menos que mi reputación.

El lobo caído

Dije que el lobo estaba sordo,
Que no escuchaba más.
Entre tanto montaje sonso
Tanta infidelidad.

Maté y, mate y, mate y.

Muy mucha merca, poco bongó
Y el mal gusto encallo
En un manantial frío, dije,
Frío de bisturí.

La ruta está repleta (pesadilla)
De caricaturas (álbum negro)
Que si pierden el bondi, lobo, (pajamagia)
Ni se van a enterar.

Los chicos de las columnas, dije,
Gustarían tener mucha manteca y la miel de toda
Tetita cruel.

Tu careta es injusta, lobo. (pesadilla)
La moldearon allí, (álbum negro)
En la colina más alta, dije, (pajamagia)
En la colmena peor.

Sushi

[instrumental]